domingo, 18 de octubre de 2009

“Caso Instituto San Felipe”: tres años de impunidad

|Diario Noticias 12 de Octubre de 2009
Por Sanjuana Martínez


Hace tres años, Leticia Valdés Martell sufrió un vuelco en su vida que la convirtió en una aguerrida madre coraje: la violación de su pequeño hijo de cuatro años en el Instituto San Felipe de la ciudad de Oaxaca a manos del copropietario del plantel educativo, Gabriel Hugo Constantino García y del maestro de computo, Adán Salvador Pérez Ramírez, ambos aún prófugos de la justicia.

La familia Valdés Martell no ha encontrado justicia, ni reparación al doloroso daño causado. El Estado le ha negado esa posibilidad, al no ejecutar cabalmente la orden de aprehensión contra los violadores de su hijo y al no condenar a Arcelia Yolanda León Ramírez, la dueña de la escuela donde se perpetraban los abusos sexuales.

El escándalo de impunidad en este caso ha traspasado las fronteras mexicanas. Se trata de una historia de pederastia y pornografía infantil bien estructurada. En el Instituto San Felipe no solamente se violaba al hijo de Leticia Valdés Martell, sino a otros pequeños, cuyos padres prefirieron no afrontar el calvario que significa buscar justicia en México.

Llama la atención particularmente el poder que aún siguen teniendo los criminales a quienes no se les detiene a pesar de pasearse libremente por las calles de Oaxaca y otros estados de la República. Sorprende también que el lugar donde se efectuaron los delitos permanezca abierto y las familias oaxaqueñas continúen llevando a sus hijos a estudiar allí a pesar de la dudosa fama que precede al plantel educativo.
La cadena de simulaciones procesales a las que se ha enfrentado esta madre coraje es interminable. Ha vivido la corrupción policial y judicial. La podredumbre de un sistema de justicia que se niega a cumplir con su deber. Toca ahora la oportunidad a la Tercera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca enmendar los errores de sus predecesores y por fin, ofrecer justicia y reparación a la señora Valdés Martell y a la pequeña víctima.

Los presuntos violadores del San Felipe se defienden. Dicen que nunca se comprobó la introducción del miembro viril por la vía anal. Algo inverosímil, porque fue la propia madre del niño, quien vio como su hijo arrojaba semen en la taza del baño. El niño era narcotizado, amordazado y esposado para soportar la sodomía de sus maestros, y las grabaciones que le realizaban mientras lo abusaban.

Lo más vergonzoso de todo este proceso podrido que puede corregirse mediante la valentía de un grupo de magistrados, es que la única presa por el delito contra el menor, la maestra Magdalena Rufina García Soto ahora cuenta con defensores dentro de los tribunales de justicia que a cambio de inconfesables beneficios están dispuestos a liberarla.

La maestra Magdalena era quien les llevaba al niño a los pederastas para que lo abusaran y filmaran dentro del mismo instituto. Esta mujer es cómplice y autora del más horrendo crimen que pueda existir y ahora se presenta ante la sociedad como una cándida paloma que dice luchar por su inocencia.

Lamentablemente el caso de pederastia en el Instituto San Felipe se ha desarrollado en el ámbito mediático y no únicamente en el judicial como debería haber sido. Los acusados han encontrado apoyos a través de la compra de periodistas y medios de comunicación igualmente podridos, que venden al mejor postor sus plumas y espacios.

Los perpetradores y sus cómplices se han respaldado en seudoperiodistas que se dedican a difamar a las víctimas a cambio de suculentos beneficios. Estos falsos informadores traicionan su deber con la verdad, con las audiencias, los lectores, televidentes o radioescuchas.

Leticia Valdés Martell conoce a sus detractores sabe quiénes son las y los reporteros que la hostigan: la han literalmente “acosado” de manera cruel e inhumana durante los últimos tres años; y dañado en su integridad moral debido a las mentiras que han contado en su contra para beneficiar a la parte contraria enjuiciada por pederastia. Esta campaña es vergonzosa y cae por su propio peso.

Los magistrados tienen la oportunidad histórica de enderezar lo torcido. Para ello cuentan con el respaldo de la recomendación de la CNDH sobre el caso, los puntos de acuerdo en la Cámara de Diputados y la resolución emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación a favor de Leticia Valdés Martell y su pequeño hijo.

Tienen además el deber de finiquitar este asunto con castigos ejemplares contra los culpables y el cierre de la escuela donde ocurrieron los hechos delictivos.

El llamado “caso Instituto San Felipe” no solo afecta a una familia de Oaxaca, por el contrario, ofende a la sociedad civil en general, a los mexicanos que buscamos la existencia de un verdadero Estado de derecho. Leticia Valdés Martell no descansará hasta encontrar justicia y reparación para su hijo. Y quienes la apoyamos estaremos con ella hasta que lo logre.

*Sanjuana Martínez, es periodista y escritora. Autora de: “Manto púrpura: pederastia clerical en tiempos del cardenal Norberto Rivera Carrera” y “Prueba de fe: la red de cardenales y obispos en la pederastia clerical”. Su último libro es: “Se venden niños” (Temas de Hoy).

miércoles, 7 de octubre de 2009

A tres años…….. Sin justicia.

A la Suprema Corte de Justicia de la Nación. (SCJN)
A la Comisión Nacional de Derechos Humanos. (CNDH)
A la Cámara de Senadores de la República Mexicana.
A la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión.
A las Organizaciones Civiles, de Derechos Humanos, compañeros de la Sección 22.
A los reconocidos compañeros de medios serios de comunicación (Prensa, Radio y Televisión)

A los anteriores mencionados todo mi agradecimiento por la sensibilidad, pero sobre todo la credibilidad a lo declarado por mi menor hijo, quien fue víctima de violación a los cuatro años de edad dentro del Instituto San Felipe, en la ciudad de Oaxaca.

Soy madre y representante legal de este pequeño, mi nombre es Leticia Valdés Martell, hemos resistido a un incomparable poder de facto que durante tres años ha permitido la libertad al día de hoy de los violadores materiales de mi menor hijo, Adán Salvador Pérez Ramírez, ex maestro de computo, Gabriel Hugo Constantino García, administrador y copropietario del Instituto San Felipe, y esposo de Arcelia Yolanda León Ramírez, Directora General del Plantel. Poder de facto que ya cobro una segunda víctima en mi familia mi padre, quien falleció a consecuencia de toda esta serie de complicidades estructuradas desde los propios sistemas de procuración de justicia del Estado de Oaxaca, Aunado a la compra masiva de medios corruptos que son la podredumbre de tan digna profesión.

La única presa de nombre Magdalena Rufina García Soto, maestra de grupo quien llevaba a mi hijo por la fuerza a entregarlo a sus victimarios, ha venido adoptando el papel de víctima, y al no tener defensa de lo indefendible insiste en destrozarme mediáticamente a mí, bajo el muy común perfil de los pederastas quienes tienen como objetivo acabar con la madre y de esta forma acabar con el menor , esta estrategia miserable cobra fuerza desde el momento en que el propio Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, ha permitido en la segunda instancia “guardar” por casi cuatro meses, que es lo que tiene el expediente Toca Penal 133/2007, de haber llegado a la Tercera Sala, tiempo de sobra para crear esta estrategia en donde tratan de confundir y de sensibilizar a la ciudadanía para así poder legitimar la indebida libertad de esta pederasta.

Situación con la que tratan de engañar, no cabe duda que no solo son sordos y ciegos sino que piensan que la gente también lo es, se equivocan señores las personas en Oaxaca, estamos cansadas, hartas, de su cinismo, no engañan a nadie se engañan ustedes mismos y lo peor, como Don Benito Juárez decía “No hay mejor tribunal que la opinión del pueblo” y ustedes no han causado la mejor de las opiniones en los últimos años. Me gustaría saber que Dependencia Jurisdiccional, Organismo de Derechos Humanos, Organización Civil, Grupo Parlamentario, Personaje connotado y honorable se ha atrevido a dar su firma y apoyo a Magdalena García Soto, que medio serio de comunicación se ha prestado a toda esta farsa articulada por los pederastas y por quienes les brindan protección. Atención señores nadie con honorabilidad y sentido de justicia ha dado un solo voto a estos PEDERASTAS. Por el contrario se han pronunciado en contra de esta violación a las garantías de mi menor de mi familia y de mi persona, repudiando la impunidad que rodea este penoso asunto conocido a nivel internacional y del cual existen muchos ojos puestos esperando que por fin se resuelva y se resuelva ya en estricto apego a derecho, y que aquellos políticos que de forma clandestina entre los que destacan Jorge Franco Jiménez, y Jorge Franco Vargas, mejor conocido como “El Chucky” siguen apoyando a esta célula saquen las manos del asunto. Es tarde, muy tarde para intentonas de manejos chantajistas, de lobos disfrazados de ovejas a los que al final se les rescata, es tarde.

Como bien dice Lydia Cacho, en su libro “CON MI HIJ@ NO”. Página 125 “Las niñas y los niños no tienen fantasías sexuales de violación” Pagina 120 “Las niñas y los niños que son escuchados y comprendidos se desenvuelven mucho mejor y sanan más pronto” por lo visto a quedado demostrado que en Oaxaca, no se vela por el interés superior del menor, al contrario se le revictimisa por ejemplo a mi hijo toda esta red de complicidades le asesino a su abuelo quien era su padre en toda la extensión de esta palabra. Les encargo leer la pagina 118 ya que habla de mi menor hijo, la página 151, donde refiere quien protege a los violadores de mi menor hijo, les recomiendo leer el Best Seller de José Reveles, “LAS HISTORIAS MAS NEGRAS” son treinta historias desgarradoras con un mismo distintivo la impunidad la número 18, con el título EN OAXACA SE PROTEGE A PEDERASTAS, habla de la impunidad que rodea el asunto de mi menor hijo. Que se necesita en Oaxaca para que se haga justicia, cuantas puertas mas tengo que tocar, tendré que escribir un libro completo como catarsis de todo este manto de impunidad y para que por lo menos los nombres de los pederastas y sus protectores queden perpetuados a través de la historia.


O sería posible en algún momento que la justicia En Oaxaca, por lo menos en el tema fundamental que son nuestros hijos y su seguridad, lograsen trascender por haber respetado nuestra Constitución, los Tratados Internacionales de los niños y las niñas, así como los lineamientos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en relación al interés superior del menor, curiosamente propiciados en un caso sin precedente atraído tal vez por la falta de certeza jurídica por la (SCJN) este el penoso asunto de mi hijo.

Señores Magistrados en sus manos esta dar la indebida libertad a Magdalena García Soto, legitimando la pederastia y desprotegiendo aún más a nuestros hijos, logrando con esto desvanecer este terrible delito de violación agravada, lo cual permitiría la libertad de los violadores materiales de mi menor hijo y también permitiría, que en Oaxaca ya no se siga apostando por la justicia tomando medidas drásticas ya que no existe estado de derecho. ¿Si se tratase de un hijo, nieto, sobrino propio actuarían por línea fuera del estado de derecho? No lo creo.

Ya basta! Cuánto tiempo más se me va a satanizar y difamar, utilizando la dilación de la justicia, por haberme atrevido a denunciar la violación de mi menor, ¿No son ustedes los que promueven la denuncia? para que promoverla cuando no nos ofrecen ningún tipo de garantías por el contrario tal parece que quien cometió el delito fue mi menor hijo.

A toda persona interesada en conocer el expediente Toca Penal 133/2007, el cual consta de más de tres mil fojas, estoy en la mejor disposición de mostrarlo en su totalidad incluyendo la recomendación de la CNDH, los puntos de acuerdo promovidos a favor de mi menor por la Cámara de Senadores de la República, en unanimidad de votos, los promovidos por la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, así como la resolución emitida por la Suprema Corte de justicia de la Nación, entre otros documentos, en los que destaca la declaración de mi menor contundente, solida y preponderante.

Sin tratar de sorprender a la ciudadanía mostrando únicamente confusiones creadas en las conclusiones baratas de la defensa como hasta ahora lo han venido haciendo los pederastas del Instituto San Felipe y su “Cuerpo Jurídico”.

¡Exigimos trasparencia, tenemos derecho a vivir una vida sana, dentro de un estado de derecho!

Como mi padre el Dr. Isaías Valdés Zaragoza, que en paz descanse, lo hizo por mi hijo y por mí. También yo por mi hijo la vida si fuera necesario.

ATTE: LETICIA VALDES MARTELL Y FAMILIA.
C.c.p. Al Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca. (TSJEO).